Maravatío antiguo

Maravatío Antiguo

Una historia

Maravatío ha sido desde épocas remotas una comunidad importante dentro de esta vasta región, esto dado por el lugar donde se encuentra ubicado y por la abundancia de recursos que hay en él.

Maravatío existe desde antes de la conquista española y es frontera entre el antiguo reino Purépecha y el imperio Azteca del Emperador Moctezuma. Fue fundado en 1535 y existía en Maravatío una población española y una colonia o República de indios (se le llamaba así a la población indígena). Se calcula que había alrededor de 5000 habitantes en aquel entonces.

Maravatío ha sido muy pintoresco, cuenta con lugares muy coloridos tales como la plaza del Kiosko en donde se dan lugar los habitantes cuando hay algún festejo de la comunidad, tiene casas de buena construcción, fuentes públicas, mesones y posadas. Las casas de Maravatío están construidas de paredes gruesas de adobe, pisos de barro rojo y techos de teja. Había una antigua empresa de diligencias la cual levantó un puente en las inmediaciones de la Villa. Por cierto, fue en 1855 cuando se le concedió el titulo de villa.

La población de Maravatío es muy laboriosa y trabajadora, se dedica en gran medida al comercio el cual realizan desplazándose a los distintos pueblos de la región; se aprovecha también de la crianza de ganado lanar, vacuno y porcino. Las carnes de estos ganados son de lo mejor que hay en la región.

En 1540 le fue concedido a Don Antonio de Mendoza el terreno que ocupa Maravatío en la actualidad, y se dio a la tarea de reunir a la población y ocupar el terreno concedido.

El 6 de febrero de 1883 tuvo lugar la inauguración del Ferrocarril Nacional Mexicano, que conectaba a México y Maravatío. El tren llegó a la Estación donde se agruparon los vecinos del lugar, quienes aclamaron con entusiasmo su llegada.

Los viajeros fueron recibidos por el gobernador en turno y otros altos funcionarios. Se celebró un banquete que reunió a 250 personas en el Modesto Teatro Morelos y allí brindaron al término de la comida; hubo quien brindó por el evento trascendente y por la gran mejora material, y se saludaba a la nueva era de prosperidad que sonreía y se auguraba.

Fuente: México Pintoresco. Pp. 368-371 Tomo III

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